Umbrales
La historia se complica con un giro sorprendente. Un giro que, de hecho, cambia la percepción de todo lo que llevamos de la serie. A partir de aquí habrá spoilers.
El cuerpo de Alma ha sido poseído por el espíritu de Deva. Llevamos toda la temporada acompañando a una sin saber que, en realidad, era la otra. No contentos con ello, introducen una sorpresa más: el fantasma que ha ido apareciendo a lo largo de toda la temporada resulta ser la propia Alma, que vaga sin cuerpo, no Lara.
El episodio resulta esclarecedor en este sentido. Se trata de acompañar al fantasma de Alma a lo largo de su penar a través de diversos recuerdos, entre los que están las escenas que ya hemos visto a lo largo de la serie. Claro, relatadas ahora desde otro punto de vista.
Me resulta muy interesante, aunque hay de nuevo un detalle que me lo enturbia: una vez más encontramos una sacerdotisa mentora que va ofreciendo soluciones a la protagonista a cada paso. Entiendo que es necesario a nivel de guion para hacer más entendible el episodio, pero su acción omnipotente, su presencia (sonora) constante, y su amplio conocimiento de todo cuanto está sucediendo hace preguntarse muchas cosas. La primera, por qué no ayudó a Deva/Alma en su cuerpo corpóreo en los anteriores capítulos, cuando más la necesitaba.