


En la veintena de títulos que configuran el Universo Cinematográfico Marvel se pueden encontrar dos tipos de películas. Por un lado están aquellas protagonizadas por un único superhéroe que, en ocasiones, recibe el apoyo tangencial y secundario de algún compañero. Por otro lado, están aquellas películas de protagonismo coral donde los superhéroes trabajan fundamentalmente en cuadrilla para derrotar a enemigos normalmente extraterrestres. De un tiempo a esta parte, las primeras han servido, más que para desarrollar las historias individuales de algún personaje comicquero, principalmente para justificar la presencia y bondades de éstos en el segundo tipo de películas, donde terminan teniendo un peso relevante o, directamente, salvando la situación. Capitana Marvel, como otras tantas precedentes, parece que también cumple este cometido.
Vers sueña todas las noches con el accidente que casi le cuesta la vida. No recuerda mucho más de aquel día, ni de ninguno anterior. Por ello, las visiones que le vienen en sus sueños no dejan de atormentarla: rostros que no reconoce, lugares en los que cree no haber estado, y una imagen de sí misma viviendo otra vida muy diferente a la que lleva en su planeta. Sólo los entrenamientos matutinos con el capitán de su comando parecen centrarla de nuevo, al tiempo que la preparan para la guerra que su pueblo, la civilización Kree, desarrolla contra los temibles Skrulls.
Capitana Marvel es una de las más flojas de todo el Universo Marvel tanto en lo narrativo como en lo estético
Cuando su comando emprende la misión de rescate de uno de los suyos, Vers es capturada tras una escaramuza con el enemigo. Los Skrulls la someten entonces a un complejo interrogatorio tratando de indagar en su memoria los recuerdos sobre una fuente de energía que parece haber conocido en su vida anterior. Confusa por las imágenes que sus enemigos logran exprimir de su memoria, Vers aprovechará la búsqueda de ese artefacto para tratar de poner en pie la historia que le narran sus sueños sobre ella misma y la vida que parece haber llevado en el lejano planeta Tierra.
Con un desarrollo fundamentado en la sorpresa injustificada y el giro predecible, la película escrita y dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck se antoja como una de las más flojas de todo el Universo Marvel tanto en lo narrativo como en lo estético. No son pocos los problemas que presenta un guion que se ha llevado a la pantalla con una estética muy pobre en comparación con lo que nos tienen acostumbrados.
Es destacable, no obstante, el mensaje feminista que transmite la obra, que es primera y única entrega (de veintiuno) que tiene una protagonista femenina, empoderada y por completo independiente.