Es ampliamente conocido el poco gusto del público estadounidense por leer subtítulos. Resulta, de hecho, bastante común que películas que han llamado la atención en otros países sean rápidamente remakeadas para el público local, adaptando guiones, en ocasiones, con muy pocas variaciones. No obstante, resulta especialmente paradójico que la industria yankee haya optado en esta ocasión por reelaborar una película que no libera a los espectadores de la lectura en pantalla, pues gran parte del casting resulta ser mudo.



CODA es el remake de La familia Bélier, comedia de éxito en Francia que narra la historia de una adolescente nacida en el seno de una familia cuyos miembros son todos sordomudos. Ella se ve obligada a ejercer de traductora al lenguaje de signos de todo, una labor no remunerada que, de algún modo, lastra sus sueños de dedicarse a la canción. Sus problemas, además, se agravan a diario con la crisis económica que está afectando al sector en el que trabajan sus padres: son improbables marineros de pesca de bajura (en la versión francesa tenían una granja).
Se trata de una película que rescata los instantes más divertidos de la original francesa y los adapta a la lógica de la vida en Estados Unidos. Así, la joven tendrá que acompañar a sus padres al urólogo; deberá hacer de celestina de su hermano mayor, y se verá obligada a compaginar sus estudios con el trabajo familiar mientras intenta ensayar en el coro del instituto la actuación de fin de curso mientras su profesor la presiona para que desarrolle una carrera en el mundo de la música. Claro, lo tiene especialmente complicado para convencer a sus padres, que nunca han oído su voz.
El principal problema de la historia nace precisamente de la comparación con su referente. Ante la naturalidad de la comedia francesa, la obra americana transmite por instantes cierto aire de artificio, especialmente en lo que se refiere al profesor de música de la protagonista, su método de enseñanza —y el casoplón donde vive—.
No obstante, los logros del film están por encima de sus inconvenientes. Se trata de una obra que aborda, desde la comedia, dos temas de profundas connotaciones en la sociedad actual: la accesibilidad universal y la falta de comunicación, tanto entre padres e hijos como entre los miembros de una misma comunidad. En cierto momento, el hermano de la protagonista se enfada con ella y le dice que se vaya a estudiar a la Universidad y que persiga sus sueños. Ella le responde que no puede dejarles, pues si lo hiciera no les entenderían los demás. Entonces el joven enmarca en una sola frase el significado de toda la película: “que aprendan los demás a lidiar con los sordos”.
Una obra muy recomendable.