Isabelle Fuhrman tenía 10 años cuando, en 2007, el director Jaume Collet-Serra arrancó el rodaje de La Huérfana. Se trataba de una historia de terror doméstico. En ella, una familia atormentada decidía adoptar a una niña en un orfanato. La madre, interpretada por la musa del género terrorífico Vera Farmiga, había sufrido un doloroso aborto que todavía le provocaba pesadillas. Por ello, la llegada de una nueva integrante al hogar serviría para curar su trauma y hacer compañía a los demás hijos de la pareja: un chaval preadolescente díscolo y una niña sordomuda.



El problema surgía cuando la huérfana empezaba a mostrar comportamientos extraños y, aparentemente, homicidas. La madre, alertada por el peligro que empezaba a entrever en su hija adoptada, decidía ahondar un poco más en lo que sabía de su pasado. Pronto descubriría que aquella huérfana angelical en realidad no era lo que parecía. De hecho, según fue constatando en sus pesquisas, la niña parecía haber asesinado salvajemente a su anterior familia de acogida.
Isabelle Fuhrman, a sus 25 años, vuelve a meterse en la piel del personaje que más fama le ha granjeado en la precuela de aquella historia, La Huérfana: primer asesinato. En esta ocasión la protagonista no es adoptada, sino que directamente se hace pasar por la hija perdida de un matrimonio norteamericano. Ellos, emocionados, creen haberla encontrado después de cuatro años buscándola con la ayuda de la policía.
Como es de esperar, la impostora empezará a mostrar sus tendencias homicidas ya conocidas por el público que haya visto la obra anterior, y amenazará una vez más la unidad familiar. Sin embargo, la premisa, aunque previsible, esconde algunas sorpresas inesperadas.
Y ahí lo interesante de esta obra. Una vez conocidos los secretos de la huérfana tras los hechos narrados en la obra anterior, no tendría sentido tratar de ocultarlos en esta nueva entrega. Por ello, la película arranca con las explicaciones pertinentes para, posteriormente, cambiar el paradigma y llevar el relato hacia algo inesperado.
Gracias a ello, La Huérfana: primer asesinato no solo servirá para afianzar los rasgos perturbados que la protagonista tenía en la película anterior, y para explicar el origen de algunas de sus extraordinarias habilidades. También se presenta como una obra original, fresca y distinta a lo que se puede esperar de ella.
Eso sí, es muy recomendable revisar antes la película de Collet-Serra si no se conoce previamente el argumento, o si no se está al tanto de la terrible y sorprendente historia real que inspiró el film original.