


La muerte del acaudalado novelista de misterio Harlan Thrombey (Christopher Plummer) pilla por sorpresa a toda su familia. Degollado en su propio estudio privado, todo parece indicar que el anciano ha decidido quitarse la vida en el día de su cumpleaños, precisamente después de celebrar su fiesta. No obstante, alguien ha contratado de manera misteriosa al afamado detective Benoit Blanc (Daniel Craig) para que investigue la verdad del asunto, pues todo parece indicar que hay gato encerrado. Para ello, el detective se vale de la enfermera del anciano (Ana de Armas) como ayudante en la investigación, aprovechando que ella es fisiológicamente incapaz de mentir. Juntos, tendrán que interrogar a todos y cada uno de los sospechosos y descubrir los acontecimientos que realmente tuvieron lugar durante la fiesta, esquivando las mentiras y recabando las pistas que determinen, al final, si ha sido o no un asesinato.
Existe un subgénero dentro de las historias de intriga que bien podríamos denominar «a lo Agatha Christie». Basta hacer referencia a la maestra del misterio para que de inmediato entendamos no solo el estilo sino también la propia estructura del relato. Sabemos que vamos a contemplar la investigación de un asesinato; sabemos que muy probablemente este se haya cometido en el refinado ambiente de la alta sociedad; los sospechosos, que estarán confinados todos en el mismo lugar, conformarán un conjunto heterogéneo que compartirá la oportunidad y la motivación para haber perpetrado el crimen; y frente a ellos un perspicaz y extravagante detective se encargará de encontrar al culpable exponiendo la resolución del caso ante los presentes en un largo monólogo explicativo.
La película de Rian Johnson presenta todos los ingredientes necesarios para erigirse como la última propuesta cinematográfica de este particular subgénero. No obstante, va un paso más allá del Cluedo: el director y guionista permitirá a los espectadores conocer al autor del crimen prácticamente desde el inicio y contemplar así el divertido juego del gato y el ratón; uno tratando de encontrar las pruebas al tiempo que el otro intenta disimularlas por todos sus medios hasta llegar a un final que llama la atención por lo sorpresivo e inesperado.
La obra, que cuenta con un completo ajuar de caras conocidas, sostiene su narración sobre una trama inteligente, un ritmo excitante, y la interpretación de la pareja formada por Craig y de Armas en lo que se podría concebir como un aperitivo de la química que se les prevé a ambos en la próxima entrega de la saga Bond.