Llevamos dos semanas de lo más movidas con el tema erótico-festivo femenino: que si el vestido de Nicki Minaj, que si Sofía Vergara dando vueltas en una plataforma de exposición giratoria y, cómo no, el caso de las fotos de las famosas desnudas.
Si echan la vista atrás y tiran de hemeroteca pueden trazar la cantidad de veces que han robado en casa de alguna famosa. Paris Hilton quizá se lleve la palma: en su casa han entrado los cacos hasta en cinco ocasiones. A otras les han robado joyas y complementos por valor de cientos de miles de dólares. ¿Recuerdan verlo en las noticias? ¿No? Claro que no. Porque no salió. Si acaso un breve y poco más. Porque los robos a las famosas de Hollywood suelen importarnos un carajo. A menos que les roben vídeos eróticos o fotos desnudas. Entonces sí que nos interesa, claro.
Ya la tuvimos la semana pasada, cuando la nota de color del telediario la ponía Nicki Minaj agarrándose el vestido en los premios de la MTV a los vídeos musicales. Por si no la conocen, Minaj, a sus treinta y uno, es empresaria, compositora, cantante y ha desbancado a Miley Cyrus del estrellato youtuber. Su tema ha superado en visitas a aquel en el que Cyrus salía desnuda lamiendo un martillo. Es un logro, oigan. No pasen por alto el detalle de que Minaj lo ha conseguido llevando (algo de) ropa. La cosa es que tuvo un problema durante su actuación y se le desabrochó el vestido —las malas lenguas dicen que lo hizo adrede—, acaparando toda la atención con su pose de cantante recatada. Trending Topic.
Poco después, en los Emmy, Sofía Vergara, la actriz mejor pagada de la televisión, lucía palmito en una plataforma giratoria mientras el presidente de la Academia hacía su discurso institucional en un gag que han acusado de sexista. Más tarde, en la fiesta posterior a la gala, y según relatan los cronistas de la prensa seria, a Vergara se le escapó un pezón. Trending Topic.
Y más adelante, superando al «reto del agua helada», las fotos robadas han corrido por internet y redes sociales como la espuma. Trending Trending Topic. Los vanos esfuerzos por refrenar la ola no han hecho más que hacerla más grande; que dar más notoriedad a un asunto deprimente. Actrices y modelos jóvenes —que yo sepa no le han robado la información a ninguna de más de cuarenta— de pronto encuentran sus intimidades circulando por la red para gozo y disfrute del personal. El truco de los ladrones, de lo más simplón: probar las posibles contraseñas hasta dar con la correcta. Claro, estamos hablando de mujeres cuyas fechas de nacimiento, primeros colegios, nombres de mascotas y demás datos son en muchos casos de dominio público. Si lo piensan, incluso a ustedes les pueden entrar en el móvil apenas conociéndoles un poco.
Lo curioso del tema es cierto tono de crítica hacia las protagonistas de las fotos que se ha diseminado entre tuit y tuit. Como si ellas tuvieran la culpa; como si el hecho de sacarse fotos desnudas fuera atenuante del delito; como si, de alguna forma «se lo tuvieran merecido». Casi ha dado la impresión de que para mucha gente ser actriz famosa y sacarte fotos íntimas en la intimidad fuera ya motivo suficiente para que cualquiera pudiera meterte la mano en el sujetador. Exculpamos a los ladrones bajo el halo del anonimato, el alias o el genérico; llamamos «filtración» o «fallo de seguridad» a lo que es un robo de toda la vida, y encima nos ponemos a difundirlo a los cuatro vientos. Olé.
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Las joyas robadas no importan a nadie, pero las fotos robadas abren los informativos. Sí. Los informativos. ¿Qué relevancia informativa tienen las tetas de Kirsten Dunst? ¿Qué tiene de noticioso que a una pareja les roben fotos donde salen haciendo el amor? ¿Qué tiene de especial el culo de no sé quién al salir de la ducha? ¿Es noticia? Claro que sí. El sexo siempre es noticia, especialmente el femenino y especialmente si no es consentido. El desnudo integral de Jamie Dornan, protagonista de 50 sombras de Grey para una revista probablemente no llegue a Trending Topic, créanme; el robado de Jennifer Lawrence sí llegó.
Y ustedes saben perfectamente por qué: por lo mismo que una rapera tiene que hacer un videoclip en tanga; por lo mismo que Sofía Vergara se tiene que subir en una plataforma giratoria y exponerse como una pieza escultural. Porque no es la información, ni es lo que importa, ni lo de interés público, ni lo relevante. ¿Y tú has estudiado Periodismo, Cité? Es el sexo, estúpido.